Dominar el modo de disparo manual de nuestra cámara es muy interesante si queremos aprender fotografía de verdad, pues será la única manera que tengamos de llegar a dominar la luz de cualquier escena que queramos fotografiar.
Sin embargo, ahí no acaba todo: utilizar el modo manual no son todo ventajas y puede llegar a no ser la mejor manera de tomar fotografías en algunas situaciones. Para estos casos, la gran mayoría de cámaras de hoy en día disponen de sistemas de disparo semiautomáticos (con prioridad a la apertura, con prioridad a la velocidad o de exposición automática). ¿Qué nos pueden aportar uno u otros a la hora de hacer nuestras fotos?
Las Ventajas de Disparar en Manual
Como ya hemos comentado, disparar en manual es una de las mejores maneras de aprender a ver y trabajar la luz de nuestras fotografías porque seremos nosotros los que decidamos en cada momento qué parámetros serán los que utilice la cámara en la toma de la imagen. Por lo tanto, disparar en manual es la manera que tenemos de aprender a dominar la cámara por completo. Pero hay dos grandes ventajas de disparar en manual que lo hacen un modo de disparo más que interesante para según qué situaciones:
- Nos permite ignorar el fotómetro incorporado. Disparar en uno de los modos semiautomáticos significa, invariablemente, depender del fotómetro de nuestra cámara. En la mayoría de situaciones esto puede ser más que suficiente, pero habrá momentos en los que o querremos o necesitaremos utilizar un fotómetro de mano para medir la luz de la escena. En estos casos, la única manera que tendremos de exponer correctamente la imagen es utilizando el modo manual.
- Nos permite hacer dos fotos idénticas. Cuando disparamos con el modo automático (o alguno de los semiautomáticos), la cámara elige los parámetros que va a usar en función de la información que reciba a través del fotómetro. Esto significa que el mínimo cambio en la composición de la imagen puede dar pie a que la cámara interprete que se trata de una situación lumínica distinta y, por lo tanto, los parámetros utilizados sean diferentes.Habrá situaciones en las que necesitaremos tener exactamente la misma exposición en distintas fotografías como podría ser la fotografía de estudio, la de deportes o, incluso, las distintas tomas en las que se descompone una panorámica. En todas estas situaciones, usando el modo manual podremos medir la iluminación de la escena una sola vez y, a partir de ahí, disparar sin preocuparnos por los parámetros. Eso sí: debes estar seguro de que la iluminación no variará en lo más mínimo, en ese caso deberás volver a exponer tus fotografías.
Aún así, existen diferentes motivos por los que puede ser interesante tener en cuenta los modos de disparo semiautomáticos:
Razones para Usar los Modos de Disparo Semiautomáticos
- La exposición manual es lenta. Sí, es cierto que, con un poco de práctica y conociendo bien el comportamiento de la cámara, el hecho de medir la exposición y preparar la cámara con los parámetros adecuados, puede llevarte apenas unos pocos segundos. Sin embargo, siempre será más lento que el proceso propio de los modos semiautomáticos. En algunas situaciones fotográficas, puedes llegar a perder la oportunidad de hacer una buena foto sólo por el hecho de andar midiendo la luz de la escena y configurando la cámara. Esto, con los modos semiautomáticos, no te pasará.
- La mayoría de las veces no necesitas controlarlo todo. Sí: decidir que quieres controlar todo el proceso fotográfico es una decisión personal y muy respetable pero, seamos realistas, pocas veces necesitarás controlarlo absolutamente todo. Muchas veces sólo buscarás tener una profundidad de campo determinada o una velocidad que te permita, por ejemplo, capturar el movimiento. Si éste es tu caso, los modos de exposición semiautomáticos te servirán a la perfección, pues te permitirán controlar aquello que necesites (diafragma o velocidad) y el resto, será automatizado.
- La tecnología ha avanzado mucho. Es cierto que una de las principales razones para utilizar el modo manual es que, a veces, el fotómetro de la cámara puede fallar y darnos una exposición incorrecta en nuestras fotografías. Sin embargo, esto ha ido evolucionando y, por norma general, las situaciones en las que esto sucede son muy concretas (grandes cambios en la iluminación, grandes contrastes lumínicos…), así que los modos de disparo semiautomáticos nos pueden dar excelentes resultados en la mayoría de los casos. Por otro lado, teniendo en cuenta que los “posibles errores” que pueden llevar a una mala exposición en el modo automático se dan por culpa del sensor de nuestra cámara, si utilizamos el modo de disparo manual basando nuestra medición en el fotómetro de la cámara, podemos llegar a tener exactamente el mismo problema que hemos definido anteriormente.
- El modo manual es el mejor para aprender, sí. Pero ¿y después, qué?Una vez dominemos a la perfección el modo de exposición manual, ¿debemos obligarnos a tomar todas las fotografías, por norma, en este modo? Personalmente opino que lo importante es conocer nuestro equipo para poder dominarlo y utilizarlo de la manera que queramos. Entonces, una vez sepamos cómo exponer y cómo aprovechar los distintos parámetros de manera independiente, ¿por qué no aprovechamos los avances de la tecnología que nos regala un procedimiento automatizado que nos puede facilitar mucho esta labor? Lo importante, en mi opinión, es saber hacer las cosas de manera manual y saber reconducir la situación si nuestra cámara, por lo que sea, no es capaz de cumplir con nuestras expectativas.
En Conclusión…
Cada fotógrafo es completamente libre de utilizar el método que mejor le parezca para tomar sus fotografías, lo importante es que seamos conscientes de todas las alternativas que existen y de sus distintas características para, así, poder elegir con mayor conocimiento causa. Por otro lado, aunque es totalmente cierto que la mejor manera de aprender es disparando en manual, no debemos olvidar que este aprendizaje del que hablamos no lo es todo en fotografía.
Si sólo se aprende a medir correctamente la luz y a utilizar los parámetros adecuados en cada momento, se pueden conseguir imágenes técnicamente perfectas pero vacías de significado. Ambos conocimientos deben aprender a complementarse y en esto, el modo de disparo que utilicemos, suele ser lo de menos.
Fuente: Dzoom
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