10/10/12

Técnicas Fotográficas: Exposición Múltiple

En las cámaras analógicas, muchas veces sucede por error que olvidamos de correr la película hacia adelante y capturamos una nueva imagen sobre la anterior. Estos "accidentes"suelen dar como resultado tomas con un aire fantasmal o misterioso, al punto que muchos fotógrafos creamos intencionalmente exposiciones dobles o triples para lograr efectos artísticos. 


Cuando se toma una fotografía lo que se hace es exponer la película a la luz. Lo que básicamente es capturar una imagen realizando una grabación química de esa luz.

La película solo puede estar expuesta a la luz hasta que los químicos no puedan grabar más. Si sacas  una foto en un día soleado con larga exposición (dejando la cámara en su opción "B", donde la "B"es para bulb) vas a obtener una imagen muy débil, con los colores deslavados o sino, una imagen en blanco. Aunque muchas veces estos "accidentes" pueden dar resultados muy interesantes, lo más probable es que este tipo de resultados no son los que buscas.

Con una exposición múltiple expones la película a la luz más de una vez. Lo que haces es presionar el disparador y luego no avanzas la película, sino que vuelves a presionar el disparador sobre el mismo fotograma. Las partes de la película que estuvieron menos expuestas a la luz en la primera fotografía son las que capturarán más luz cuando realices la segunda foto.

Aunque seas principiante no te será difícil darte cuenta que la clave para obtener buenas exposiciones múltiples es controlar la cantidad de luz que necesitas. 

Imaginemos que queremos obtener una doble exposición en el interior de una casa y nos damos cuenta que necesitamos usar flash. Si el flash puede ser ajustado, podemos hacer dos exposiciones con el flash ajustado a la mitad de su potencia, lo que lo dejará como una imagen normal, como una sola exposición.  Mientras más exposiciones quieras realizar en una foto menos luz tienes que usar para cada exposición. Si tu flash no puede ser ajustado, puedes superar esto alejándote un poco de lo que quieres fotografiar para que de esta manera no llegue tanta luz al motivo a ser fotografiado.

Si nos encontramos en el exterior es posible que no podamos cambiar la luz alejándonos unos pasos. La clave es escoger los elementos a fotografiar con cuidado, poniendo atención a la cantidad de luz que te rodea. El cielo, dependiendo de la hora del día y del clima, puede ser muy brillante y eliminará partes de la fotografía. Así que si tomas una foto de un edificio y luego de un cielo nublado seguramente casi ni se logrará ver el edificio, si es que se llega a ver algo.

Si la cámara te da la opción de cambiar la exposición de cada foto, esto servirá para obtener la exposición de la luz adecuada. 

Hay que tener especial cuidado de no subexponer demasiado la imagen. Si no hay suficiente luz tendremos una exposición tan tenue que no se verá nada aunque la otra exposición no sea muy brillante.

La lógica nos dice que las mejores películas serán las de exposiciones bajas que captan poca luz con cada exposición, pero cualquier película puede ser utilizada siempre que se tengan en cuenta las recomendaciones necesarias para lograr una sobrexposición correcta.




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